viernes, 4 de octubre de 2013

Chemi Sánchez. The Classic Man.

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Una vez yo tuve un ‘esmárfon’. Echaba retratos, y en los bares con ‘güifi’ gratis yo me enganchaba a la red para ver cómo andaba el patio y compartir en ‘feisbuc’ el ‘yintónic’ de macedonia que me estaba tomando con todo el personal. Quizás aquello fuese lo único que me gustaba de ese cacharro, pues en ningún momento tuve ni la intención de instalarme eso del ‘guásap’ ni ninguna otra aplicación. Una noche lluviosa de alcohol, con buena compañía y buena música en El Refugio, lo perdí.
Lo que para algunos hubiera sido una soberana putada para mí se convirtió en una de las mayores liberaciones posibles. Con él se marcharon los problemas de conexión, el insoportable silbidillo de los pajarillos y el número de mi ex, que afortunadamente nunca me aprendí de memoria (mecanismo de defensa, lo llaman), así que no hay posibilidad de humillarme a las cuatro de la mañana con un vergonzoso mensaje etílico en braille: ‘T wepir N xm,v alj erjiodnf’. Ahora tengo el mismo Nokia de hace unos años y chic@, no quiero otra cosa. Lo uso para llamar, contestar, escribir algún SMS (como valen pasta hay que dejarse de nimiedades e ir al grano) y despertarme con Los Ilegales. Y molo más. Molo más porque ante el cachondeo general de la gente cuando saco el trasto, basta cambiar la palabra ‘viejo’ por ‘vintás’.
Yo no quiero molar, pero sí confesaré que me divierte bastante ese cambio de expresión de quienes pretendían reírse de mí y no conmigo cuando les planteo la aclaración. ¡Es vintás! Justo la misma expresión que al contarles que mis gafas (con más de 30 años) Ray-Ban son las auténticas con los cristales BL americanos originales y no los RB italianos de pacotilla. La palabra de moda es ‘trendi’, ¿no? -no me busques en el ‘Tuister’-. Pues bien, ahí va el truco que lleva funcionando toda la vida: Pásate de moda y estarás a la moda.
Cómprate ropa de la pasada temporada -que encima es más barata- y lúcela con desdén, no guardes nada en el fondo del armario porque en breve volverá a invadir las calles. Te reto a hacer la prueba: busca algo bien hortera y llévalo encima como si fuera la última tendencia vista en las pasarelas de Milán, que lo mismo lo es. Hemos asistido a las impensables resurrecciones de las sandalias cangrejeras, las zapatillas TAO, los vinilos, los relojes CASIO, los monopatines estrechos, los Modern Talking… Prepárense por tanto para volver a coderas, hombreras, rodilleras, mirinda, pelos a tazón… ¡Pon una pila a tu viejo walkman y desentierra tus cassettes!
¿Sermón? ¿Discurso? ¡Ná! Declaración de principios. Últimamente ando algo quemado de tanta gilipollez general y al final acabo pagándolo contigo. La verdad es que visto así y tengo un móvil, unas gafas de segunda generación y otras muchas arcaicadas por vaguería, tacañería y quizás por tocar un poquito los cojones -que siempre me ha gustado-. Así de triste. ¿Pero a que lo he defendido bien con un poco de palabrería barata? Terminado mi alegato/presentación/farsa, que sepas nunca acabo una entrada sin una canción y sin desearte salud.
Y como no sólo de lo viejo vive el hombre, ahí va algo nuevo.
Salud.

2 comentarios:

  1. nadal20:04

    Chemita acabe de descubri el teu bloc. Y mel apunte que no solo del facebuc vive el honbre. Que nomes que diuen soberanes ton....... bo. Enorabona.

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  2. Anónimo15:30

    ye, a mi me moles, i te trobe supermodern. esclavas de las modas, que vienen de modas que pasan, no se fijo nunca en mis ojos que timidos la miraban. cuentas pendientes, mientras respiremos. salud!!!!

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