Pues bueno, parece que no hay vuelta atrás. Los nísperos empiezan a asomar sus colores y el abandono de Izarne a su abrigo es más que una señal. En breve vendrán los anuncios erótico-festivos de helados, y la compañera de administración, que en invierno ni fu ni fa, ya se ha puesto un par de veces unas alpargatas con cuña y unos pantalones claros que despiertan tu lado hedonista y canalla.
Sin duda alguna, y aunque una parte de ti no quería ver llegar este momento, estamos en primavera.
Antes que nos dejemos ametrallar por bodegones y naturalezas muertas en forma de cañas de cerveza y bravas de dudoso postín en los Instagrams de turno, (un saludo, caris) con esos pies de foto, que merecen por si solos el Pulitzer, el Nobel y la Copa Confederaciones, con las diversas versiones del 'That's life' y 'Spain is different', tocará tener unas cuantas de cal templando gaitas. Porque luego todas queréis champagne en la cena y mandanga de la buena, aunque ahora el cuerpo os pida tomar de esa sal del Himalaya que se vende en bolsitas y se chupa con el dedo (que gran definición del Comidista) que es lo más de lo más y que os pirra cuando vais a jugar a los hippies a la isla que está aquí enfrente.
Porque Coachella queda lejos. De todo. Hasta de las bolsitas y los outfits molones.
Nos va a llegar en breve lo nuevo, y lo primero, de Los Zigarros, el nuevo proyecto de los hermanos Tormo, bajo la batuta de Carlos Raya. Trescientos cuarenta y un kilómetros más al centro, Garaje Jack tiene un traje del mismo color gracias a esa maravilla generacional llamada crowdfunding, y Uzzhuaïa andan también de mesas, guitarras, arreglos y pelotazos de Jack Daniels con su nueva criatura, 'Santos y Diablos' que, aunque llegue en octubre, lo queremos desde ya.
Y tenemos la Filmoteca con ese paseo por los musicales americanos para las tardes de sábado y los regates de la siesta del domingo. Y los invitados ilustres del Kraken y la Wah-Wah para ser más canallas y vividores si cabe.
Y el nuevo disco del cabrón del Bublé, ese aliado infalible para eso que tú y yo sabemos, junto con una buena copaza.
Y la realidad que todas, sí todas, lo hacen. Por lo que es cuestión de saber usar las cartas. Y aquí somos un poco tahúres.
Porque, ¿habrá algo mas serio que vivir?
Sonríe más, preocúpate menos. Primavera, estamos listos. Ven.