viernes, 25 de octubre de 2019

Valencia CF vs Lille OSC en los despachos

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Es muy nuestro. El sant, quan més lluny, més miraculós. Esta semana, en el serial 'Vamos a compararnos con...' tocaba el Lille. En capítulos anteriores estuvieron el Borussia Dortmund, Chelsea, Real Sociedad, FC Rangers o Valencia Basket. El Lille que, sobre el papel, tiene una estructura parecida en el ámbito presidencial al Valencia CF. Con un presidente millonario. Con ideas claras. Que escoge Francia por ser liga continental, en la que está representada África. Y que Gerard López, que así se llama el dueño y presidente del Lille, busca en el fútbol invertir pensando en el futuro. La verdad es que la entrevista de Conrado Valle es bastante interesante. Habla de jóvenes jugadores y de plantillas dinámicas en lo que respecta a entradas y salidas. Y también habla de negocios. En el fútbol y en la Fórmula 1. Sale a la palestra el Big Data a la hora de captar jugadores. En el Lille estaba Leao, que sonó este verano para el Valencia CF por si se marchaba Rodrigo y acabó en el Milan por 23 millones de euros tras marcar ocho goles con el Lille. Con gestión de Mendes. A casi tres kilos el gol. Y con 20 años. Y por lo que le cuenta López a Valle, tiene una buena red de ojeadores, todos comandados por Luis Campos, el hombre del momento por lo que parece en este preciado nicho de encontrar mirlos blancos a buen precio. Su Longoria particular, con una relación que va más allá del propio Lille. Posteriormente, Cañizares, en la retransmisión televisiva del partido, habló que ese equipo que conforma la secretaría técnica, o como quieran llamarlo, estaba externalizado. La verdad es que pinta todo bastante bien, visto desde fuera. Pero, ¿qué hubiera pasado si López y sus millones recalasen en València?

Pues probablemente, se le hubiese visto con recelo. ¿Un gallego dueño del Valencia? Ya ves, con los empresarios locales que sí sienten el club tiene que venir uno que se marchó a Francia con siete años. Además, estará más pendiente de la Fórmula 1 que del fútbol, que es lo que le interesa y le da dinero para sus negocios. Con los horarios no habría problema, al vivir en el mismo huso, hora arriba, hora abajo, por lo que la inmediatez fluiría. Va a ser el presidente y, seguramente, tomando decisiones en las entradas y salidas. De hecho, en Lille firmó a Bielsa, una aspiración totalmente personal que le duró menos de una temporada, en una mezcla de decisiones deportivas yMenudo sacrilegio. Eso que lo hagan los profesionales. Dinamismo en la plantilla en las entradas y salidas. Desde luego, ¿quién se ha creído que es? Si todo el mundo sabe que las plantillas se han de consolidar para que logren sus frutos. ¿Secretaría técnica externalizada? Pero bueno, eso será un chiringuito montado para sacar pasta y dejar tieso al club. ¿Putin y Mendes amigos suyos? Buah, va a usar el Valencia CF para sus negocios particulares y para sacar réditos. Cuando se canse, lo venderá. ¿Les suenan algunas de las escenas?

Claro, hay matices. Por cantidad, y demostrada calidad, Luis Campos tiene todo el crédito del mundo. Y tiene bien tejida su red. Puede que sea la diferencia más sustancial con respecto a Meriton. Todo tomado desde la perspectiva del papel. El mismo Luis Campos se puso a los mandos del Mónaco que llegó a ser campeón de Ligue 1. Y, de momento, su andadura en el Lille va en alza. Longoria tenía ese perfil, teniendo solo el pecado de venir de la mano del anterior entrenador y las sospechas por parte de la propiedad, según cuentan, de poner el cazo.

Al final, todo es cuestión de trabajar con profesionalidad, sin cabrear al dueño con declaraciones altisonantes y en la misma línea que lo que quiere el dueño. Que por algo es el que manda. Pero nunca lloverá a gusto de todos. Como hemos visto en estos últimos cinco años, de luces y sombras, de Meriton al frente del club.

viernes, 18 de octubre de 2019

El LinkedIn del Valencia CF

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Y, a todo esto, mañana hay un partidazo. De esos que te dan ganas de soñar ser Rodrigo y marcar un gol decisivo, mirando de reojo al palco por aquello que no hicieron el pasado verano. Partido de esos que sueñas de pequeño. Y encima, les puedes meter mano a los del Atleti porque tampoco están para tirar muchos cohetes.

Pero no, seguimos con la cuestión de la planta noble. Con el presidente de viaje a Singapur. Algo pasa. Si viajan allí, después pasan cosas. Probablemente la despedida y cierre de Mateu Alemany. Y nombres para cubrir el gran vacío que dejará la marcha del balear. Dirección General, Dirección Deportiva y alguien capacitado para hablar con la prensa son las vacantes que podría colgar Meriton en las ofertas de trabajo de LinkedIn. Otra cosa es que los candidatos las acepten. Por aquello de la supuesta inestabilidad y esa sensación que Lim, o más bien Murthy, es El Sombrerero Loco en el País de las Maravillas. Recuerden que, según la versión oficial, la comparativa del dueño con un cangrejo fue el detonante. Aunque se focaliza mucho en la gota que rebosa el vaso, las anteriores son igual de importantes. Lo del cangrejo, anecdótico, aunque haya dado juego en la prensa. Lo bien cierto es que Marcelino se pasó de frenada. Con o sin cangrejo de por medio.

Quien aceptará la oferta de LinkedIn del Valencia CF es un misterio. Se habla de dos Fernández, Luis y Robert, el primero más por ofrecimiento y el segundo más por encaje de necesidades. El francés animaría el cotarro si le dan micro y cierto mando mediático en el club, si sigue igual a sus sesenta tacos. El de Betxí tendría el conocimiento del entorno y antecedentes. Sobre el papel, mejor el segundo que el primero. Pero saber las funciones y la capacidad de mando se antoja fundamental en este asunto. Desde fuera, da sensación que la cuestión deportiva está en un segundo plano, más allá de la Champions no hay nada, nexo que hilamos por la destrucción de un proyecto deportivo con éxito final salvado en invierno por los pelos. Pero esto nos lleva a la pasada de frenada de García Toral.

No lo van a leer, o quizá sí, pero lo correcto visto que se quiere prescindir, por desgaste o desconfianza, de un buen gestor como Alemany es encontrar una persona con ese perfil y con ascendencia en el club. Con preparación pero que lo quieran de verdad. Como usted o como yo. Que le duelan las derrotas y que sienta nervios con las victorias. Nada nuevo bajo el sol. Nada que no se haya dicho ya. Es difícil encontrar la fórmula. Alguien de fuera puede caer en el acomodamiento, en no sentir ni padecer porque no le duela. Que la motivación de aceptar trabajar no sea porque en Valencia se vive bien. Algunos hay, a los que les costaría decir no al club de sus amores. Puede que la clave sea trabajar como si se fueran a quedar toda la vida, aunque sean solo dos años o tres.

Y, a todo esto, mañana hay un partidazo. De esos que te dan ganas de soñar ser Rodrigo y marcar un gol decisivo, mirando de reojo al palco por aquello que no hicieron el pasado verano. Partido de esos que sueñas de pequeño. Y nosotros hablando de corbatas y despachos. Ya ni disfrutar las previas nos deja este fútbol moderno, maldita sea.

viernes, 11 de octubre de 2019

La salvamización del Valencia CF

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Visto desde fuera, es bastante triste. Nadie se salva en esta alineación de equipo directivo, aficionados y medios de comunicación. Se han pasado muchas barreras. De ser el puto Valencia campeón a muñeco de trapo. Tampoco es que sea el Valencia CF un equipo al que la prensa en general le trate con cariño. Supongo que el cariño va para los dos de siempre. Los que venden por ir bien. Los que venden por ir mal. Hay excepciones, según la sardina y el ascua. Y, sobre todo, por el rival que tengan delante. Recuerden a De La Morena dando calorcito rararadiofónico al presidente del Getafe por aquello de los amaños, pidiendo arcoiris navegables con unicornios. O el trato que tienen equipos españoles cuando juegan contra el Floperteam, pareciendo alemanes o uzbekos sin rubor alguno.

Estos días, semanas ya, el valencianismo parece un cuadro de Goya. A garrotazo limpio. Fotos, memes, amenazas, bandos postulados y todo aquel enfrentamiento dialéctico que provoca un cisma. Que lejos queda la marcha cívica de aquel 18 de marzo de 2019. Kempes, Cañizares y todos los demás pisando Mestalla. Recibiendo cariño por lo que fueron con la casaca. Conviene recalcar este matiz para no caer en el error autocomplaciente. Si a Mestalla van cuarenta mil, seguro que hay cuarenta mil formas de defender al Valencia de buena fe. Por eso tan difícil todo. A Cañizares le puede parecer bien que se pinten las paredes de blanco. Y a Kempes de negro. Incluso a Sol le puede parecer bien que se queden como están. Pero no dejan de ser opiniones, desde prismas particulares buscando la respuesta ante la pregunta en cuestión. El haber lucido la casaca no otorga verdades absolutas. Maradona no manchó la pelota nunca de jugador y ahora lo hace todos los días, mal que me pese.

Y, ¿qué se puede hacer? Mostrar descontento por la gestión del club ya se hace. Como se hizo con años anteriores, con Roig, Soler, Tuzón y muchos otros. Pero tampoco recuerdo que ninguno de ellos contara con la afición para la hoja de navegación deportiva o económica, salvo para comprar acciones. ¿Poner a empresarios o gente afín al valencianismo en el Consejo de Administración para que sean una especie de voz local? En contraria sintonía con el consejo de aquel entonces, Paco Roig metió a Safont. Y todos sabemos la vergüenza ajena que daba cada vez que hablaba. Su función era la de informar y pocas luces más tenía, sabiéndolo los redactores y buscando con sus canutazos el titular.

Y luego tenemos cuestiones inexplicables, como las de un jefe de prensa no dejando hablar a un consejero. Los pájaros disparando a las escopetas. Flaco favor al club y quienes lo gestionan ese tipo de escenas. Bien, hace su trabajo, el que le indican. Nada de declaraciones de los miembros del Consejo. Y solo habla Sol. Por tanto, no dejar hablar a Sol es la táctica. Mateu Alemany, como Director General de nada, por lo que parece, remite al Departamento de Prensa. ¿Es Juan Cruz Sol una amenaza para la estabilidad del consejo? Es un rodillo, poco creo que pueda hacer, aparte de mostrar un poco de sentido común ante el desaguisado de una gestión a todas luces incomprensible.

Al final, parece que todo se resume en torpeza por no saber, o no querer, sentir más el valencianismo. Layhoon Chan, con todas sus carencias deportivas, parecía que si veía importante ese nexo. Lastima no haberse aliado con un Mateu Alemany. Puede que ahora no estuviésemos salvamizados a más no poder. 

viernes, 4 de octubre de 2019

El fútbol y las cosas importantes

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El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes. Salvo para Bill Shankly, pero eso es otro tema. Pero siendo de las menos importantes, es un excelente escaparate para promocionar o difundir cosas importantes. Fundaciones que crean escuelas de fútbol en lugares desfavorecidos, la inclusión social a través del deporte, partidos benéficos para comenzar a remontar catástrofes naturales o cualquier otro ejemplo que les pueda a ustedes venir a la cabeza. Y asociar un club, una marca deportiva, a determinado movimiento que es, a todas luces, blanco y altruista es un acierto de todas todas. Responsabilidad social corporativa, creo que se llama. Devolver a la sociedad parte de lo recibido antes. Disculpen si la definición no es correcta del todo. La iniciativa aquella de UN Women de la ONU puede ser un buen ejemplo. Y negarse a ir de la mano de un proyecto para luchar contra el cáncer infantil, un mal ejemplo. Y los dos son del mismo club, el Valencia CF.

Verán, con esta pausa que dan las canas, servidor ha aprendido a medir cualquier cosa que lee o escucha. Hay tanta información que muchas veces me siento como un viejo caballo a sueldo en los campos de arroz de los viejos años 50, separando el grano de la paja. Y en esto hay matices interesantes. Partiendo de la base que la noticia salta desde un medio que tiene una guerra abierta con el club, y personalmente con el presidente, puedes llegar a malpensar ciertos intereses. No me miren así, igual que hay buenos fontaneros los hay malos, igual que hay honrados, los hay piratas. Pues en prensa pasa igual. Y, desde fuera, la deriva que está llevando la redacción deportiva de la reputada emisora es poco menos que dudosa de entender. Seguro que hay razones y argumentos por su parte, pero los consumidores de información no acabamos de ver la necesidad de seguir con la linde. Luego está el proyecto, como se ofrece, quien lo ofrece y en el momento en que se ofrece. ¿Fue a principio de temporada, cuando la tormenta deportiva y los viajes a Singapur? En este caso sería entendible un aplazamiento en la toma de decisiones. No una cancelación, pero sí un aplazamiento. Y luego existe una tercera variable que, por mezquina, sería lógico obviarla pero que conviene mencionar: Cañizares como cabeza visible y el supuesto pago de facturas por parte de la presidencia del Valencia CF por sus opiniones contrarias a la gestión de Meriton en estos últimos tiempos. Y digo la vamos a obviar porque el presidente del club es diplomático de profesión y entiende el calado en negativo de decisiones impopulares y el club dispone de varios proyectos sociales en marcha, por no hablar de la sensibilidad de Peter Lim en obra social, como apunta Paco Polit en su cuenta de Twitter.

Lo bien cierto es que tiene pocas salidas Meriton para explicar esta polvareda, a no ser que se haga una comparecencia pública con todas las partes implicadas y dar las explicaciones convenientes de manera contundente. No con gritos, como le pide la parroquia a Celades, con datos, luz y taquígrafos. En cualquier caso parece que pocas salidas dignas le quedan al presidente Murthy y, al final, puede que le pase como a Capone, que fue detenido por cuestiones de fiscalidad y no por su entramado criminal, para algarabía del que lo ven como principio y final de todos los males.

O también puede quedarse la cosa tal y como está si ninguna de las dos partes aporta documentación sólida y queda como una, otra más, cháchara de patio de vecinas. Que vistos los antecedentes, no debería extrañar a nadie.