viernes, 28 de junio de 2019

Porteros al peso

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Permítanme la expresión del título. Por aquello de frivolizar un poquito con el mercadeo y la carnicería. Pura mercancía en esto del balón. Si no han estado tocándose la entrepierna a dos manos en la costa española con desconexión total, sabrán ustedes que el Valencia CF tiene nuevo portero. Automático no, holandés. Titular en esa selección. Comprado, según cuentan los vendedores, por 35 millones de euros. Un tío que, a primera vista, parece simpático. Se ha dejado llevar con la presentación viral en redes, con sus zuecos holandeses y todo. Y sale de su zona de confort para intentar volver a ser protagonista cada semana en Liga, con permiso de Jaume, por supuesto. Cillessen llega en madurez futbolística, con 30 años, una edad perfecta para un portero. Cañizares llegó con 28 largos después de chupar banquillo a la sombra de Buyo primero e Illgner después, por si les puede servir como referencia alguna.

Neto toma el camino inverso. Los tabloides deportivos hablan de 26 millones fijos más nueve en variables. Y claro, allá arriba sacan pecho de vender a un suplente por 35 y comprar a otro por 26. Sí, está claro, se que piensan. Pero ellos no piensan. Están alienados y un poco rabiosos con aquello del mercadeo, donde el menú son refritos o reposiciones. Es normal, oigan. Floper compra bien y, sobre todo, vende de categoría. La marca, supongo. Y nosotros, comprando palomitas para ver como sacan espumita por la boca.

La verdad es que se avecina un poquito de desierto en este verano para los blaugrana. De Ligt prefiere a Ronaldo antes que a Messi, De Jong queda muy atrás en el tiempo futbolístico y han firmado a un portero brasileño que no es de los tres mejores de ese país, tomando como referencia las presencias internacionales. Lo ha jugado casi todo en el Valencia CF, pero Marcelino lo ha dejado marchar. El patidor blaugrana, no el soberbio culé, pensará mientras restriega el tomate en el pan tostado "¿Y si los del Valencia nos la han vuelto a colar?" Y encima, el tío sigue de vacaciones en Brasil, presentado en redes con un montaje trucado cutre-salchichero pegando escudo y publicidades del Barça que dejan a los cromos pintados de las colecciones de los 80 como verdaderas obras de arte. Y encima, parece que Denis Suárez no va a seguir los zuecudos pasos de Jesper, por lo que la caja no sonará.

Y aquí, recordando aquel verano del 99, resonando en nuestras cabezas aquel "Que maravilla. Lo que acaba de hacer Mendieta", de José Ángel de la Casa y brindando todavía por lo vivido hace un mes, tranquilos como el agua de una piscina en Les Barraques. Es lo que tiene la tranquilidad que da el haber rascado título y volver a ser equipo con estrella. Y bueno, ese calor que parece que aprieta pero no ahoga, de momento. Pero claro, la cabra tira al monte y ya nos encargamos de discutir airadamente con el aire acondicionado enchufado sobre la belleza de las camisetas de la nueva temporada. Si no fuese así, no seríamos Valenciastán, ¿no creen? 

Sigan con sus cosas del principio del verano, ahora que los días son más largos que nunca. Brinden por sus santos favoritos, servidor Sant Pere, y disfruten de las cositas molonas de la vida. El Valencia CF sigue estando en buenas manos y ahora no conviene tener acaloramientos. Recomendaciones contra la ola de calor, ya saben.

viernes, 21 de junio de 2019

Cambio de cromos

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Es lo que más mola del verano. De hecho, a servidor le sigue molando ese picorcillo de abrir los cromos. Más de cuarenta años tengo. Pero hace bastante tiempo decidí no aparcar del todo el niño que todos llevamos dentro para disfrutar de esas cosas que nos encantaban de nanos. Y comprar cromos y abrirlos es una de ellas. Rememoraría el jugar al PC Fútbol, pero es algo que no está al alcance por no haber actualizaciones recientes que sean solventes. 

Los cromos, decía. El mercadeo de los repetidos. Los cambios. Eso es. En estos días me imagino a un Mateu imberbe, con mirada de pillo, pantalones cortos y tirachinas en el bolsillo trasero del pantalón mercadeando, en la plaza del pueblo, con el chaval listillo que lleva un taco gordo de cromos como erróneo símbolo de poder. O, en cualquier caso, tan solo poder económico. Y el pequeño Mateu sacando rédito de un cromo repe, un poco gastado y que ya no tiene el valor de antes por aquello del desgaste. Te cambio este por estos tres, ya ves, para que los quieres, si mira el taco gordo de cromos que llevas, te hago un favor antes que se los coma el perro y, de paso, ganamos todos. Si no quieres no pasa nada, luego he quedado con otro chaval que también tiene. Cara de poker del que sabe que tiene buena mano.

Con el cambio de porteros, parece que se consigue beneficio en todos los puntos de vista. Una relación profesional enquistada entre portero y entrenador, por lo que cuentan, de esas que tarde o temprano llegan a interferir en la buena salud del grupo y un recambio de garantías, más por la trayectoria internacional del recién llegado que no por sus apariciones domésticas. Holanda, a pesar de la opinión que tenemos por aquí de su actual seleccionador, es una selección emergente que parece va camino de recuperar el espacio perdido en estos últimos años. Y, salvo sorpresa, el portero defenderá al Valencia CF. O, por lo menos, estará en nómina. Le tocará pelear con Jaume y quien alterne con el filial, por lo que la sana competencia puede volver a beneficiar al grupo.

De Neto y la percepción de bon xic a la vez que solvente portero poco se puede hablar que no se haya contado. Hizo grandes intervenciones salvadoras, demostró solvencia sin estridencias y podría, de haber querido, ser un portero que permaneciese en el recuerdo colectivo. Ser portero de Champions, con todo el escaparate que eso conlleva y su recuperación para la élite después de Turín. Ahora vuelve a la casilla de salida. A un gran club, uno de los mejores, pero con desventaja nuevamente en eso de ser titular. Los que no llegamos a profesionales nos cortocircuita el cambio del gusanillo previo a un partido por una nómina libre de preocupaciones. Seguimos siendo niños y priorizamos el jugar sobre todas las cosas. Pero ser profesional es otra cosa. Quizá por eso estamos donde estamos y ellos están donde están.

Por último, aunque no tenga nada que ver con los cromos, un recuerdo sentido al periodismo que anda pasándolo mal por aquello de decisiones empresariales. Desde fuera no se entiende que se debiliten redacciones por muchos planes estratégicos que se hayan trazado. Es como recortar en marketing cuando las cosas van mal dadas. Perdemos todos, los lectores y quienes hacen los periódicos, programas de radio y televisión. Seremos más fuertes si tenemos más buscadores de noticias que nos hagan pensar. Hoy es Levante-EMV, Levante de Castelló, Superdeporte y la 97.7 Radio. Mañana pueden ser otros. Ánimo y fuerza, muchachada. 

viernes, 14 de junio de 2019

Gayà, Tendillo, Silva y Kang In Lee

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Mañana hace tres semanas que Parejo levantó la copa. Y parece que haya pasado un mundo. Ya se piensa en la próxima temporada, ya se lanza la campaña de abonos para que los aficionados, calculadora en mano, vayan sacando sus cuentas sobre el gasto que les va a suponer este vicio llamado Valencia CF. Y, a falta de pan, tenemos dos Mundiales en marcha. El Femenino, donde hay partidos verdaderamente divertidos en el que se muestra la riqueza táctica y técnica sin mentiras ni postureos y el sub-20, donde Valenciastán tiene puestos sus ojos por obra y magia de la perla asiática, Kang In Lee. Ya saben, el chaval coreano del que se burlaban, dicen algunos, en las celebraciones de Copa.

Somos así, pobres de sentimiento. O viejos. O agoreros, tomen el nombre que les plazca. Cuando al pobre le van bien las cosas, se escama porque no sabe de que lado le va a llover el bofetón que lo vuelva a la miseria. Varios han sido los chavales que han protagonizado portadas cuando eran imberbes llevando la losa de promesa que viene. De esas que sacan de pobre a cualquier equipo. De esas que pueden ser bandera eterna del club, contando los años en 'Antes de Fulano/Después de Fulano'. Y con Lee vuelve a pasar. Ser finalista en un Mundial sub-20 no garantiza que vayas a ser una estrella, pero se prefiere ver el vaso medio lleno. Y salen verbos que abrazan el proteccionismo, como si fuéramos unos Trump de la vida. Proteger, cuidar, mimar. Como si durmiera en la calle futbolística. No hace mucho, cuando una cantinela parecida surgía con Ferran Torres, hablando con un directivo de la Federación Valenciana me decía que tenía hechuras para ser figura, pero que no es solo el talento lo que pesa para llegar, hay otras cosas. Y esas otras cosas son tanto del entorno del jugador como del propio club. El club sabe que lleva entre manos. Probablemente más que usted y yo. Y si no más, que seguro que sí, hay personas que toman decisiones y cobran por ello. Por lo que mientras usted está descartando otra vez la operación bikini dando buena cuenta al helado de vainilla con nueces de Macadamia, otros andarán valorando las opciones tácticas, las fases de crecimiento físico y la mejora de rendimiento para que la nueva perla de Paterna lo sea de verdad.

No podemos dejarnos cegar por los highlights, las mejores jugadas. Con vídeos Pasieguito no fichó a Kempes ni a Mijatovic. Probablemente Lee pueda tener buenos veinte minutos, treinta a lo sumo, en esa élite que marca un club como el Valencia CF. Y ya es, como demostró en la eliminatoria contra el Getafe. Pero hay que optar por mandarlo de Erasmus para que se curta o que aprenda al lado de Gabriel, Gayá, Soler, Rodrigo, Parejo o los que estén. Tanto allá como acá va a aprender, sin duda. Allá puede que viva el recelo del que se siente amenazado por el talento precoz, sin la manta de calor que proporciona el ser de la casa y de un paso adelante en competir de igual a igual. Acá puede que se empape de las virtudes de un vestuario campeón y un entrenador que sabe que es eso de la cantera, por venir de Mareo. Pero solo dependerá del propio jugador aprovechar las enseñanzas. Tendillo o Gayá no pasaron cesiones, siendo piezas clave en aquel y este Valencia CF. Silva tuvo que hacer rodaje en Eibar y Vigo para volver con galones. Y Alcácer salió para volver, golear, ilusionar y ser vendido por un pastizal. De todos lo colores y de todos los sabores, como en la Horchateria Paco con los helados.

Sea lo que sea, que se realice de manera consensuada. Preguntando al chaval. Con Marcelino presente. Dejar de ser promesa para ser, a todos los efectos jugador de primera plantilla. No a efectos contractuales, que ya lo es. Con mismo rasero, con misma exigencia. Que no es cuestión de talento nada más. Que hay sacrificio y reglones torcidos. Que aquí gusta lo bonito, pero más gusta ganar. Y talento sin sudor no sirve de nada. Por lo menos aquí.

Por cierto, dejen el helado. Que luego va a venir Puma con sus patrones estrechos y van a ser la comidilla del chiringuito y del Trofeo Naranja.

viernes, 7 de junio de 2019

El Valencia CF vende

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El Valencia CF vende, sin duda. No les hablo de jugadores ni parcelas, aunque eso también parece que se vaya a vender. Hablo en general, a los de acá y a los de allá. Vende en positivo e intentan, pasando Almansa, que vendan en negativo. Se hizo desde aquí una algarabía por una narración, espectacular, por parte de Miguel Ángel Román, de uno de esos minutos de locura que da el fútbol. Sin pretenderlo ninguna de las partes, los acontecimientos convirtieron esa narración en bandera del optimismo y, desde allá se cambió el traje para mostrarlo como una burla a un canterano azulón y, por extensión, a un equipo con un excelente rendimiento. Teléfono loco, parte uno.

El Valencia CF vende, sin duda. No tanto su victoria en la Copa, vestida más como una derrota de una de las niñas bonitas de la Liga y trasladando el foco a la final de Champions, su ambiente, sus cifras y su todo, no sea que alguien no se entere que se juega en la capital, ombligo informativo, deportivo e incluso meteorológico. Suerte hubo, en cierta manera, de no haber ganado la Copa ante la otra niña bonita, el Floperteam, porque quizá al valencianismo lo hubieran colocado en el tablón de enemigos públicos, junto con los lazos amarillos, las rastas de diputados y, porqué no, incluido dentro de alguna trama de corrupción de la Gurtel. Teléfono loco, parte dos.

El Valencia CF vende, sin duda. Colocando bien grandes los titulares en la investigación por el amaño de partidos relacionados con las apuestas. Poniendo en duda la legitimidad de la consecución del objetivo Champions cuando no era más que un convidado de piedra en el biscotto raulbravista. Rebotando ya noticias sin atisbo de contraste, en todas partes cuecen habas, de compra por parte de Marcelino, Parejo, Lim, Alemany y la Geperudeta para con los chicos pucelanos de Ronaldo, el bueno. Pasando de puntillas que cierto equipo de Madrid puede que haya ofertado pastuqui de la buena para que la plantilla entera del Valladolid se pegue unas buenas vacaciones pagadas. Pero esto no sale. Como tampoco que hay tres jugadores que han pertenecido al Real Madrid. Con cualquier medio centro bueno que hacía Raúl Bravo cuando jugaba se llenaban portadas y ahora, como si no existiese. Ni tampoco se cita a Borja Fernández y como engañó a todos, con esas lagrimas de cocodrilo manchadas de sucio dinero rompiendo, seguro, el mito de algún chaval pucelano por su, ya no, excelente capitán. Teléfono loco, parte tres.

Pero el Valencia CF vende, sin duda. Porque esa alegría de hace ya casi dos semanas va a durar, mínimo, hasta que ruede de nuevo el balón. Y este verano no hay competición de selecciones que despiste esa alegría. Campeones hay que decirlo más. Y bombo de la Champions. Y esa Copa, que va camino de tener más huellas dactilares que el picaporte de la puerta de los baños de una discoteca. Reactivando negocio con la Copa. Y la Champions. Usando Mestalla como escenario para que todo el tejido empresarial valenciano entienda que el Valencia CF está al alcance de todos. La Business Night, noche de los negocios, una excelente idea para asociar y tejer comunidad. Porque, a pesar de los teléfonos locos, ir de la mano del Valencia CF vende, pero en positivo.