viernes, 3 de mayo de 2019

Recuperaciones con resaca a toda prisa.

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Desde la última vez que se asomaron por aquí, han pasado cosas. Elecciones, 1 de Mayo, Fiesta de San Vicente y dos derrotas del Valencia CF. Con goles en los minutos del alargue. El cazador cazado. O la varianza, esa cosa que se habla tanto en el mundo de las apuestas. Ahora, como en toda la temporada, solo queda remar. Y lanzar conjeturas al aire, como un despechado enamorado empapado en alcohol. ¿Y sí hubiera entrado esa de Guedes? ¿Y sí con el 0-1 se hubiese vuelto automáticamente a la controladísima defensa de cuatro y salir a la contra? ¿Y sí Coquelin hubiese visto el final del partido contra el Villarreal en el banquillo? Evidentemente, de la última copa solo nos acordamos cuando estamos de plena resaca.

Y la resaca de hoy es morrocotuda. Eligió Marcelino un mal día para dejar de fumar, siendo lo del fumeque un eufemismo referente al cambio de sistema. Eso lo sabemos hoy. Pero ayer, a los diez minutos de partido, le hubiéramos encomendado defender a nuestros hijos, padres y a todos los vivos de Juego de Tronos. Anoche, entre las nueve y las nueve y cuarto, estábamos onfire, guiñando los ojos a las camareras con la mejor de nuestras miradas canallas, siguiendo con fingida desgana el ritmo de la música que atronaba en la discoteca virtual de la Europa League. Y nuestro cuento de la lechera nos veía desnudando las miserias de Emery, al que todavía vemos como aquel entrenador fallón que creció en València. Ahora solo queda una recuperación exprés, pedir prestados unos buenos apuntes y dar candela al modafinil, bebidas energéticas y varias moka rebosantes de café para poder sacar el pasaporte a pasear y vivir dos finales en un año. Primera generación en cien años de historia, ojo ahí.

Dice Enrique Ballester de vez en cuando que Detalles es un gran jugador. Siempre se deciden cosas por detalles. Lástima no haber puesto a Detalles en el centro del campo o haberlo sacado para refrescar la zona de atrás y tapar agujeros. Quizá así Neto hubiera temporizado más en el gol del empate, por resaltar algo sorprendente en lo negativo. Han de ser conscientes los jugadores y el cuerpo técnico que poco les queda para estar juntos y que el beneficio colectivo será determinante en el futuro individual. 19 de mayo. Esa es la fecha. Lo que venga después de ese día es un regalo. Y si por uno de esos regalos consigues lo que parece ser una condición indispensable para la supervivencia en la élite futbolística, pues mejor que mejor. No es lo mismo que cualquier equipo fiche a un campeón europeo que a un semifinalista continental. Como no es lo mismo fichar para un campeón que para un semifinalista.

Sigamos estudiando. Aunque sea con apuntes prestados y dopados legalmente. Ya vendrá el verano. Ahora, a hincar codos, pardiez.

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